dimecres, 8 de juny del 2011
dilluns, 6 de juny del 2011
Gabriel García Márquez
Gabriel García Márquez nace el 6 de marzo de 1928, en Aracataca, un pueblo de la costa atlántica colombiana.
De esos primeros ocho años de “infancia prodigiosa” surge lo esencial del universo narrativo y mítico de García Márquez, hasta el punto de que, con alguna exageración, ha llegado a decir: “Después todo me resultó bastante plano: crecer, estudiar, viajar... nada de eso me llamó la atención. Desde entonces no me ha pasado nada interesante”. Lo que sí es cierto es que los recuerdos de su familia y de su infancia, el abuelo como prototipo del patriarca familiar, la abuela como modelo de las “mamas grandes” civilizadoras, la vivacidad del lenguaje campesino, la natural convivencia con lo mágico... aparecerán, transfigurados por la ficción, en muchas de sus obras ( La hojarasca, Cien años de soledad, El amor en los tiempos del cólera ...) y el mundo caribeño, desmesurado y fantasmal de Aracataca se transformará en Macondo, que en realidad era el nombre de una de las muchas fincas bananeras del lugar y que según unos alude “a un árbol que no sirve pa un carajo” y según otros “a una milagrosa planta capaz de cicatrizar heridas”.
Como el propio novelista explica: “Quise dejar constancia poética del mundo de mi infancia, que transcurrió en un casa grande, muy triste, con una hermana que comía tierra y una abuela que adivinaba el porvenir, y numerosos parientes de nombres iguales que nunca hicieron mucha distinción entre la felicidad y la demencia”.
El paralelismo entre algunas circunstancias biográficas de García Márquez con algunos elementos de Cien años de soledad resulta evidente.
En 1936 tras vivir un breve tiempo con sus padres en Sucre –donde Garbriel Eligio regentaba una farmacia- lo envían a estudiar bachillerato a diferentes internados.
En 1947, García Márquez se instala en Bogotá y empieza a estudiar derecho. Sus impresiones de Bogotá no son mejores que las de Zipaquirá: con sus “cachacos” que siempre “andaban de negro, parados ahí con paraguas y sombreros de coco, y bigotes”, la capital le parece “gris y yerta”, “asfixiante”, sinónimo de “aprehensión y tristeza”. Con estros rasgos describirá a Bogotá cuando raramente aparezca en su mundo ficción.
En 1955, García Márquez va por primera vez a Europa como corresponsal de El Espectador
A partir de 1963, García Márquez consigue por fin trabajar como guionista. Su primer guión, El gallo de oro, lo escribe en colaboración con Carlos Fuentes.
Actualmente se dice que trabaja en sus memorias (que posiblemente se llamarán Vivir para contarlo) y en tres novelas. Una de ellas cuenta la historia de un hombre que morirá al escribir la última frase. García Márquez tiene la extraña sensación de que puede ocurrirle lo mismo que a su personaje. Tal vez por ello, la novela avanza lentamente...
OBRAS
OBRAS
La hojarasca. 1955.
El coronel no tiene quien le escriba. 1961
La mala hora. 1962 (ed. desautorizada por el autor)
Los funerales de la Mamá Grande. 1962.
Cien años de soledad. 1967
Monólogo de Isabel viendo llover en Macondo. 1969.
Relato de un náufrago. 1970.
La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada. 1972.
Chile, el golpe y los gringos. 1974. |
Cuando era feliz e indocumentado. 1975. |
Todos los cuentos. 1975. |
Obra periodística. Vol. 2: Entre cachacos.
Obra periodística 4 (1974-1995),
Crónica de una muerte anunciada. 1981.
El rastro de tu sangre en la nieve: el verano feliz de la senora Forbes. 1982.
Viva Sandino. Managua: Nueva Nicaragua, 1982. |
El secuestro (guión). Salamanca: Lóquez, 1982. |
Erendira (guión de su propia novela), N.P., Les Films du Triangle, 1983. |
. ¿... Con la cantidad de lesiones y heridas que padecen don Quijote y Sancho, no habrían podido resistir hasta el final de la novela?
Desde las primeras andanzas hasta las últimas, los dos protagonistas sufren en sus cuerpos una serie de palizas, accidentes o desgracias que serían imposibles de superar por nadie. La fantasía puede aquí más que la realidad. Recordemos algunos famosos episodios y veremos cómo nos sirven de ejemplo: al luchar con los molinos, don Quijote cae desde una considerable altura, suficiente como para romperse muchos huesos; cuando libera a los galeotes, éstos les dan una paliza enorme; los pastores que ven cómo don Quijote ataca a sus ovejas responden a pedrada limpia, más que de sobra para descalabrar a cualquiera; cuando entran en Barcelona, por culpa de una burla de unos chiquillos, ambos dan con sus huesos en el suelo, y una caída de caballo es muy peligrosa; etc.
¿... Es uno de los libros más leídos en Rusia?
Por lo visto, se trata de una historia y de unos personajes que han conectado muy bien con la forma de pensar y sentir de los lectores rusos. Al margen de este hecho, durante mucho tiempo se consideró a don Quijote un personaje próximo a los ideales que defendían anarquistas o comunistas; la escena en que el caballero libera a los condenados a galeras se interpretaba como un acto de defensa de la libertad en contra de la opresión de los poderosos. Lo más seguro es que, para Cervantes, esa liberación es uno de los disparates más graves cometidos por su personaje.
La aventura de los rebaños
En su locura Don Quijote veia enemigos por doquier, en este caso en un rebaño de ovejas.
Aunque su fiel escudero Sancho le advirtió, el se lanzo a la carga como si de un ejercito se
tratara, saliendo mal trecho apedreado por los pastores, pues estaba matando a las ovejas.
Aun asi, pensaba que el enemigo iba disfrazado.
Aunque su fiel escudero Sancho le advirtió, el se lanzo a la carga como si de un ejercito se
tratara, saliendo mal trecho apedreado por los pastores, pues estaba matando a las ovejas.
Aun asi, pensaba que el enemigo iba disfrazado.
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